Imaginá sumergirte en el apasionante mundo del vino, donde cada sorbo es una experiencia única que despierta tus sentidos. ¿Se te ocurrió pensar en la importancia de la copa mientras disfrutas de ese vino que tanto te gusta? Trataremos de explicar porqué es importante elegir la copa adecuada para el vino que nos gusta beber.

A veces pasamos por alto el papel crucial que juega la copa en la apreciación del vino. El color, el aroma y el sabor son la tríada mágica que nos cautiva, pero ¿sabías que la forma y el tamaño de la copa pueden potenciar las sensaciones que el vino nos ofrece?

El aspecto visual

Cuando el vino se desliza suavemente por las paredes de la copa, sus tonalidades se revelan ante nuestros ojos como un cuadro impresionista que nos cuenta su historia. De ahí la importancia de utilizar copas transparentes sin ningún tipo de decoraciones.

El color del vino puede variar significativamente según la variedad de uva, su edad y el método de elaboración. Observar el color del vino nos ofrece una primera pista sobre su edad y evolución.

Así podemos encontrar tonos rojos más brillantes y vibrantes en los vinos tintos jóvenes y frescos, pasando por los tonos rubí hasta los matices anaranjados o color teja que aparecen en los vinos más evolucionados. En los vinos blancos, podemos observar diversas tonalidades desde amarillo pálido y verdoso, amarillos profundos o un dorado más intenso. En el mundo de los rosados, podemos encontrar una gama de tonalidades que van desde el rosa pálido hasta los rosados más intensos y apasionados o los tonos color salmón o piel de cebolla.

El aspecto visual también nos revela pistas sobre la calidad y la estructura del vino. La presencia de lágrimas o «piernas» en la copa, esas delicadas líneas que caen lentamente por las paredes, nos sugiere la presencia de mayor cantidad de alcohol o azúcar residual. Esto puede darnos pistas sobre el cuerpo y la textura del vino que estamos a punto de disfrutar.

¿Y qué hay del aroma?

El tamaño y la forma de la copa deben ser elegidos con esmero para resaltar los aromas. Cuando el vino es servido en la copa, los aromas empiezan a desplegarse rápidamente, formando distintas capas de acuerdo a su densidad y peso específico. Los más ligeros y delicados, como los recuerdos de flores y frutas, se elevan hasta el borde de la copa, mientras que el centro se impregna con notas vegetales y matices terrosos. Y no olvidemos los aromas más intensos, característicos de la madera y el alcohol, que se quedan en la superficie misma del vino.

¿Sabías que un suave remolino en la copa puede intensificar la experiencia? Sí, agitar suavemente el líquido crea un mayor contacto con las paredes de la copa, incrementando la evaporación y, por ende, la intensidad de los aromas.

Cuando profundizamos en la degustación, el olfato cobra un rol fundamental, al punto que los catadores confían tanto en su olfato como en su paladar al enfrentarse a catas a ciegas. Y, para esta aventura olfativa, las copas de mayor tamaño, con unos 1000 ml de capacidad, son las preferidas. Aquí entra en acción un ritual especial: inhalando lentamente durante unos 10 segundos, se pueden percibir desde las notas frutales hasta los matices terrosos y alcohólicos más profundos. Es como un baile sensorial que uno nunca quiere que se termine.  Podes conocer más sobre aromas del vino en este artículo.

El sabor

Cuando el vino toca nuestros labios y entra en la boca, se desata toda una sinfonía sensorial. Los sabores básicos, dulce, salado, ácido, amargo, acarician nuestras papilas gustativas. Pero eso no es todo, al mismo tiempo, pequeñas partículas volátiles ascienden por nuestras cavidades oral y nasal, alcanzando los receptores olfativos justo debajo de nuestros ojos. Aquí nuevamente el sentido del olfato nos regala una amplia gama de aromas y sensaciones.

¿Sabías que nuestra percepción del sabor se localiza en la boca gracias al sentido del tacto? Nuestro cerebro utiliza este sentido para asignar una ubicación a cada sensación gustativa, lo que significa que las sensaciones de gusto se extienden por toda la superficie interna de la boca, y no solo donde se encuentran las papilas gustativas.

El gusto es un reino individual, donde cada uno es el soberano. No existen reglas rígidas que se impongan a nuestras preferencias personales. Sin embargo, hay algunas pautas valiosas que podemos tener en cuenta. La forma de la copa determina cómo nuestra cabeza se posiciona al beber. Una copa con boca ancha nos invita a inclinar la cabeza para saborear cada matiz, mientras que un borde más reducido crea un camino descendente por donde el líquido fluye con gracia gracias a la gravedad.

Cuando degustamos no se trata de beber simplemente para saciar la sed, sino de disfrutar cada matiz que el vino nos ofrece. Un pequeño sorbo, casi íntimo, nos permite controlar el flujo del líquido y apreciar cada nota que se despliega en nuestro paladar. Te aseguro que no da igual probar un vino en cualquier copa o vaso.

La copa adecuada

Existen copas especialmente diseñadas para cada tipo de vino, buscando optimizar la evaporación de sus elementos aromáticos y conducir el vino hacia las zonas de la boca donde mejor se aprecian sus sabores.

La variedad y especificidad técnica puede ser abrumadora, pero sin ahondar en tecnicismos, los aspectos más importantes que te sugiero considerar son:

• Elegí una copa de vidrio fino o de cristal transparente para apreciar el color y los matices que presenta el vino.
• En cuanto a la forma, que sea más alta que ancha y ligeramente elíptica, para apreciar mejor los aromas del vino.
• El cuerpo de la copa tiene que estar separado de la base por una columna que nos permita sostenerla sin calentar el vino o empañar la parte que contiene al vino.
• Es conveniente llenar la copa hasta un tercio de su capacidad, de modo que encima del vino quede un espacio suficiente para que se concentren los aromas y poder apreciarlos mejor.

Tené en cuenta que cada vino es una obra única, una exclusiva mezcla de cualidades: fruta, acidez, taninos, alcohol, basada en la variedad de la uva, en el clima y en el suelo donde creció. Así que, la próxima vez que te dispongas a deleitarte con un buen vino, elegí una copa adecuada y dejate llevar por la experiencia sensorial que solo el vino te puede ofrecer.

Podes leer mi guía gratis con tips sobre degustación. Además, escribí un ebook que aborda este y otros temas sobre el vino y su cultura.

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